Arrugas de la frente
Elimina esas arrugas de la frente con Botox
Las arrugas son un signo que revela el paso de los años, y algo que todos deberemos enfrentar. A medida que envejecemos, la piel pierde humedad y elasticidad, favoreciendo el desarrollo de líneas finas y arrugas. También perdemos la capacidad para producir colágeno y elastina, provocando que la piel pierda firmeza y flexibilidad.
Aunque el desarrollo de arrugas es una parte inevitable del proceso de envejecimiento, puede ralentizarse o prevenirse en cierta medida. Sin embargo, para comprender plenamente cómo proteger y preservar nuestra piel, primero debemos conocer los dos principales responsables del envejecimiento de la piel: el envejecimiento extrínseco y el envejecimiento intrínseco. La mayor parte de las arrugas se deben al envejecimiento extrínseco, que es causado por factores ambientales y opciones de estilo de vida como el tabaquismo, la exposición al sol, el abuso del alcohol, la contaminación atmosférica, la mala alimentación y la falta de sueño. La exposición prolongada al sol es la principal causa de las arrugas prematuras. La luz ultravioleta rompe las fibras de colágeno y elastina que forman los tejidos conectivos de nuestra piel. Como resultado, la piel se vuelve más débil y menos elástica, lo que provoca el fotoenvejecimiento y la aparición de arrugas. La buena noticia es que hay formas de proteger la piel del sol, como el uso diario de crema solar (FPS 30+) y el uso de ropa protectora. Mantener una dieta saludable, dormir lo suficiente y no fumar son otras formas importantes de combatir el envejecimiento extrínseco.
El envejecimiento intrínseco, por su parte, es el proceso natural que experimenta nuestra piel a medida que envejecemos. Estos cambios relacionados con la edad son inevitables, pero varían de una persona a otra en función de su genética y de los numerosos procesos internos del organismo. Un signo de envejecimiento intrínseco, por ejemplo, es una piel más fina y frágil que se produce de forma natural con el paso del tiempo. La genética también determina nuestra capacidad de generar colágeno y elastina, que nos dan elasticidad y resistencia a las arrugas. Las variantes genéticas en los genes MMP1 y STXBP5L se han asociado específicamente con un mayor riesgo de desarrollar arrugas. Aunque no podemos cambiar nuestros genes, sí podemos desarrollar buenos hábitos y un estilo de vida que reduzca nuestro riesgo y aumente la salud de nuestra piel.
Inyecciones de Botox para la frente
El Botox es un tratamiento cosmético inyectable que se utiliza para relajar y suavizar el aspecto de las arrugas de la cara. Paraliza temporalmente los músculos de la cara a través de su ingrediente activo, la Toxina Botulínica tipo A.
Las inyecciones de Botox para la frente son tratamientos para suavizar las líneas horizontales y las arrugas verticales entre los ojos. Las inyecciones actúan para relajar los músculos que provocan la formación de estas arrugas.
Algunas personas pueden optar por recibir inyecciones de Botox en la frente para minimizar la apariencia de las líneas verticales del ceño y las arrugas horizontales de la frente.
Aunque el uso de Botox en la frente ha sido aprobado recientemente por la FDA, los profesionales altamente cualificados siguen siendo cautos. Esto se debe a que, si bien el Botox puede ser eficaz para suavizar las arrugas, puede causar una relajación muscular excesiva, lo que da lugar a cejas caídas o incluso desiguales.
La dosis de la inyección debe controlarse cuidadosamente.
¿Qué cantidad de Botox es admisible en la frente?
El Botox se presenta en dosis de entre 50 y 200 unidades por jeringa. Algunos profesionales dicen que inyectan una media de 8 a 20 unidades en la frente. Allergan, el fabricante de Botox Cosmetic, sugiere una dosis de 4 unidades en cada una de las cinco zonas de la frente, con un total de 20 unidades.
Tu profesional puede empezar con una dosis baja de unidades en cada inyección en un principio. Te dará unas semanas, normalmente de dos a cuatro, para ver cómo te funciona esa dosis. A continuación, puedes recibir algunas unidades adicionales. A partir de ahí, tu médico tendrá una idea de cuántas unidades necesitas en visitas posteriores.
Por lo general, las inyecciones de Botox se espacian aproximadamente cada cuatro meses. Cuando se empieza a recibir las inyecciones, los resultados del tratamiento pueden no durar tanto. Es posible que tengas que volver a visitar a tu profesional dos o tres meses después del primer tratamiento.